COLUMNA DE LA BELLEZA | Factotum... crónicas de belleza.
- Hector Faundez
- 24 abr 2015
- 3 Min. de lectura
Gracias al aporte de un Colega de aquellos, hemos logrado crear una nueva sección, denominada COLUMNA DE LA BELLEZA, en donde podremos disfrutar de las experiencias, consejos, reflexiones y aportes intelectuales del Campeón Mundial de Peluquería don Hector Faundez.
Desde este viernes, y todos los viernes tendremos una nueva Columna de la Belleza. Sin más les dejamos este enriquecedor aporte.

¿Qué fue primero, el peluquero o la peluquería?... ¡EL PELO!
“Liberté, égalite, fraternité”...
Es aplicable con toda certeza a este venerable oficio. Alquimista no le viene en menos… “Mi padre, de oficio barbero y sastre de barbas, mi madre resucitaba cabellos y cubría canas” Quevedo, 1604.
El yelmo de oro (realmente de mambrino) del Quijote era una bacía de barbero cirujano.
El Barbero la mayoría de las veces tiene la difícil misión de transformar el plomo en oro, recurriendo a sus conocimientos de la alquimia, quita, pone, pinta, busca hasta encontrar la armonía de la belleza, sus manos vibraran como el picaflor rescatando la esencia de los néctares escondidos para lograr polinizar en otra persona, como las abejas laboriosas trabajan incansables recolectando el polen de la vida para su reina.
De rey a page solicitan sus servicios, el papa, el presidente, el general, el campesino y el hombre fino, toda cultura raza o religión recurren al “factótum de la ciudad” (Opera “Il Barbiere di Siviglia”).
El cabello es el espejo del alma
Trabajar en lo más alto que tiene el ser humano nos permite estar muy cerca de sus pensamientos, a veces afloran, otras no se sabe, sin embargo son todos “iguales en derecho y dignidad”, ninguno es menos valioso que otro.
Brindo dijo un peluquero
Por mi navaja de acero
Mi espejo de cuerpo entero
Cuando afeito con esmero
Al negro lo hago blanquear
Para que salga a pasear
Como joven valeroso
La libertad es la piedra angular de este arte; aprendices, oficiales y maestros ven en esta especialidad una veta de libertad, con matices de independencia personal, el desafío es ser el mejor entre sus colegas, entregar aportes para estar vigente y en ocasiones tener chispazos de vanguardia. La creación es de libre inspiración, es SU versión del cuento, pero retomemos el tema de la libertad.
El fígaro, es consumidor libre. Todos los productos le sirven. Me hace recordar al alcalde de “La pérgola de la flores” de Isidora Aguirre.
¡Cuando un radical me pide apoyo!, yo le digo siempre sí; a los candidatos pelucones nunca les digo que no, pero cuando quedo solo, hago lo que me conviene a mí!
Nosotros seleccionamos los productos que queremos utilizar. Somos libres de elegir. Podemos ejercer la profesión en forma independiente, en tu casa, a domicilio o trabajar apatronado de obligado en un salón, también existen los medieros, o si lo prefieres, puedes ser un arrendatario emprendedor independiente instalando tu propia empresa, un atelier, un salón o boutique peluquería. Hoy está de moda la barbería, y quizás con qué nos sorprendamos más adelante.
No hay cesantía en la estética, belleza y peluquería. En cualquier parte del mundo somos necesarios, es un honor ser estilista, nunca la peluquería fue un gasto, siempre es una inversión y una nueva esperanza.
Nuestra libertad es entregar servicios con dignidad de libre elección, se me viene a la mente Spartacus, Lautaro, nunca transaron el derecho a su libertad.
Por supuesto que lo anterior, no sería posible sin la fraternite, el hombre es un ser social, somos todos hermanos de especie, terrícolas con los pies puestos en la tierra; cito al gran Nicolás Guillén
“Puedes venderme tierra, la profundidad de sus raíces, todos los pies la pisan, nadie la tiene, ¡nadie!”.
La fraternidad es la argamasa que enriquecida por la tolerancia, logra el milagro de la sana convivencia, con ella evitamos muchos conflictos y malos entendidos. Esa es la viga maestra de los peluqueros, siempre tienen una sonrisa a flor de labios, escuchamos muchas cosas, las que son parte del secreto profesional; oficiamos de confesores, psicólogos y terapeutas de la vida. Con nuestra tijera eliminamos todo lo malo. Ser fraterno es tener una actitud acogedora…
¡Ay, si la peineta hablara!
¡yo como buen estilista
Peino a todos como artistas
Tengo por filosofía
Sembrar amor en la vida!
Saludos Colegas!
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